Marcela Pagano, a sus 38 años, ha recorrido un camino extenso en el periodismo. Comenzó en Ámbito como periodista gráfica y luego se desempeñó en Radio Mitre, Todo Noticias, Canal Trece América TV y A 24 de donde se fue denunciado censura.
Se define “coqueta” y reconoce que “la belleza, si uno no la administra te puede cerrar puertas”. Cree en la reencarnación y en que nada es casual. Actualmente es diputada electa en la provincia de Buenos Aires por LLA. “Con Javier nos conectamos desde lo emocional, es uno de mis guías” señala en relación al presidente electo.
Pero, en medio de tanta actividad profesional, Pagano sintió el deseo de ser madre y comenzó a ocuparse del tema. “Yo estaba en uno de los momentos más difíciles de mi carrera y me planteé, la naturaleza es sabia, todo no se puede, pero yo creo que puedo con todo. siempre puedo. Pero es cierto que la naturaleza y los años te van poniendo corset para algunas cosas. La maternidad era una cosa que yo pensaba que si lo estiro demasiado tal vez no pueda naturalmente hacerlo así que me lancé a hacer un tratamiento para congelar óvulos” contó la entrevistada.
En ese momento, Pagano lo vivió “como un proceso más de la vida” y lo hizo “como una suerte de cheque en blanco en una sociedad en la que uno lidia con eso de “qué le pasa que todavía no está casada, qué pasa que no tiene un hijo y cuando tenés uno porque no tenes dos”. El congelar óvulos le sirvió para “aliviar una situación que no tengo definida”.
Pero, a la hora de mirar de frente sus anhelos, Pagano reconoce que “Vengo de una familia tradicional y me encantaría que fuera de ese modo (mi maternidad). Aplaudo de pie a las mujeres y hombres que se lanzan a la familia monoparental. Yo no me atrevo a eso, solamente lo imagino (el tener un hijo) como producto de un gran amor y como una alianza en búsqueda de una familia. Todavía no encontré a ese hombre que me inspire esa tarea incondicional de traer un hijo al mundo”.