Ya con cincuenta años, Natalia Fava se siente “más plantada en la vida”. A esta altura de la vida, confiesa, “sabés lo que querés y lo que no querés”. Devota de la Virgen, la invitada señala que “la tengo en casa, en mis locales, en todos lados”.
La ahora empresaria dio a conocer su profunda vida espiritual: “Rezo todas las noches. A veces voy manejando y voy rezando. Pido que me protejan mis ángeles. Soy muy creyente”, le dijo a Tomás Dente durante la entrevista.
Natalia tuvo una infancia feliz y, según afirmó “me encantaría que todos los niños del mundo tuvieran la infancia que tuve yo, abuelos amorosos, tíos divinos, igual que mis padres”. La invitada también recordó sus vacaciones en Córdoba cuando pasaba temporadas en la casa de su tía Irma.
Pero la vida también le trajo tristezas y habló del tema en Entre nos. Natalia estuvo 22 años en pareja con Santiago Almeyda, con quien compartió la casa de Gran Hermano. Durante el reality surgió una gran atracción entre ambos que se materializó en matrimonio. Lamentablemente, la relación terminó a causa de una infidelidad de Santiago.
“En un divorcio uno la pasa mal porque es la persona con la que compartiste todo, con quién ibas a compartir todas las cosas de la vida que cuando te vas poniendo grande toman otro valor” reconoció la empresaria.
Hoy en día, pasada la separación, Natalia toma ese hecho “como una experiencia de vida” y con la madurez de sus cincuenta años puede afirmar sin tapujos que “lo amé un montón a Santiago”.
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