Los dolores de espalda, cintura o en diferentes zonas contrarias al abdomen suelen ser muy frecuentes en las personas que realizan o llevan adelante diferentes tipos de trabajos, tareas, deportes o simplemente porque nacieron o van transitando una patología debido al pasar de los años. Para ello, hay muchos métodos que pueden servir para neutralizar o disminuir ese tipo de dolencias para una mejor vida cotidiana.
En este contexto, en ‘Intelexis‘ con la conducción de Guillermo Capuya hablaron de las molestias en la espalda y el alto porcentaje que hace consultas de este tipo, por lo que invitaron a Miguel Fernández Vigil, médico anestesiólogo y especialista en dolor, que mencionó que este es el segundo tipo de consulta que hacen los pacientes. “El 100% de las personas tiene dolor de espalda en algún momento de la vida y el 70% u 80% tiene una hernia de disco en la vida y es sintomática“, reveló el empleado de la salud.
Por otro lado, reconoció que detectó cada vez más casos de lumbalgia o dolencias lumbares en personas jóvenes: “Es por el no cuidado en los ejercicios no programados, no consensuados y no admitidos por un especialista si fuera un entrenador o quien sea. Generalmente son los ejercicios anaeróbicos y no los aeróbicos, o sea, el levantamiento de peso desmedido o toda actividad de contacto que dan esa problemática“.
Para solucionar los problemas en las zonas lumbares explicó que se hacen los tradicionales bloqueos: “Se fueron complejizando, agregando cosas e instrumental que antes no se usaba como la radiofrecuencia o la termolesión. Las imágenes cambiaron totalmente y dan una información muy buena. La patología de columna, degeneración o hernia de disco en el 70% u 80% se curan solas esperando. Entre el 85% y 90% de las hernias de disco son lumbares y dentro de la cuarta o quinta vértebra lumbar está el 90% o 95% de estas“.
Guillermo Capuya, conductor de ‘Intelexis‘, indagó sobre las diferencias entre protrusión discal y hernia discal y Miguel Fernández Vigil contestó: “La protrusión quiere decir que el discos todavía está dentro del anillo fibroso, lo está pulsando y todavía no lo rompió, mientras que la hernia de disco rompió el anillo fibroso y protruye: sale de su lugar“.
“Lo ideal es no operar una hernia de disco de entrada primero porque hay un alto porcentaje de que se curen solas con medicación, fisiatría, eventualmente con un bloqueo, rehabilitación, gimnasia, hacer natación. Quizás unas 15%, 20% o 25% se terminan operando. Tampoco de entrada lo ideal es la cirugía porque uno tiene cosas previas para llegar a eso a menos que pasen a tener sintómas neurológicos como pérdida de esfínter o lo que fuera que evalúe el médico y ahí uno decide si es quirúrgico o no”, sumó el especialista en dolor.
Si bien existen los bloqueos, el anestesiólogo explicó que los éstos pueden hacerse con éxitos y hay dos preguntas qué harán los pacientes: “¿Se me va el dolor?” y “¿Cuánto va a durar?”. “El tema es la permanencia de la mejoría y lo que contesto es que en el 40% y 50% de las hernias de disco simples, con un bloqueo y tratamiento médico no llegan a la cirugía. Entonces, la pregunta es por qué operar a un paciente de entrada pudiendo evitar una cirugía”, complementó.
Para dar una mayor precisión de cómo es el proceso de un bloqueo explicó: “Entro con una aguja en forma percutánea, a través de la piel del paciente, si es un dolor bilateral entro por los dos lugares (costado de la columna). Uno entra, llega, en el frente ve una imagen, va al perfil para ver la profundidad de la aguja. El paciente está despierto y con una mínima sedación, más de uno está dialogando mientras transcurre el procedimiento. Los bloqueos los hago siempre, pero me pasó una vez que me una persona me dijo que le hicieron uno en un consultorio y si era correcto, pero trato de no contestarlo porque yo no lo hago“.
“La intervención del bloqueo tarda unos días en tener buen resultado porque esa calma inmediata tiene que ir desinflamando la raíz que generalmente está por ese disco protruído o ese hernia de disco que está irritando el nervio. No es el informa inmediata, sino que tienen que pasar unos días. De hecho, yo al paciente lo cito no antes de los 15 días, entre 15, 20 y 30 días para poder bancarlo. Este procedimiento tiene la escuela americana que hace tres bloqueos seguidos (hoy, 15 o 20 días y al mes), y yo soy de la escuela europea que dice si el paciente está bien con un bloqueo para qué hacer otro más. La europea manifesta que si el paciente anda muy bien, no lo toco, si el paciente anda muy mal, no lo vuelvo a bloquear y si está intermedio o mejora parcialmente le vuelvo a hacer el bloqueo”, concluyó Miguel Fernández Vigil sobre una de las medidas más seleccionadas para calmar el dolor de las personas en ‘Intelexis‘ con Guillermo Capuya.