Las guerrillas colombianas han cambiado a muchas generaciones, con miles de familias afectadas y, claro, los niños no fueron la excepción, dado que también eran víctimas de estos lamentables hechos bélicos.
Alejandro Éder era director de la Agencia Colombiana para la Reintegración de aquellos que participaron de estos sucesos. Fue él quien le acercó a Juana Uribe la historia de Belky Rocío Bustamante Pinzón.
Para una guerrilla iban a llevarse al hermano de Belky, pero ella no quería por las debilidades que él mostraba, además de sufrir de epilepsia. Entonces la jovencita se ofreció a ir. Estuvo en la selva por más de cinco años y aprendió lo que necesitaba para subsistir. Comenzaron a llamarla Sara: desde allí empezó a combatir, colocar minas y atacar a gente inocente.
Hasta que fue capturada por el Ejército y encontró la salida: había un plan del Gobierno para reinsertarse en la sociedad. Claro, aplicaba porque era menor de edad. Se reencontró con su familia, la que la desconocía por completo y se apoyó en un hombre que conoció entre los militares. El amor la cambió para siempre y tomó la decisión de terminar la primera, hacer la secundaria y empezar Medicina para salir adelante.
Claro que este relato conmovió a Uribe, quien llevó a la pantalla la historia de Belky.
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