La nueva estrategia de Griselda para distribuir cocaína es llegar directamente a las estrellas de Hollywood, quienes tienen dinero y les puede vender más caro. El próximo paso es llevar a Estados Unidos un avión repleto de droga para hacer menos envíos con más mercancía.
Antonio es quien fabrica la cocaína y Griselda es la distribuidora; como su esposo y socio, le pide que dejen la fortaleza que construyeron en Nueva York para esconderse y partan con su hijo a un lugar más seguro.