Griselda Blanco se encuentra en la cárcel en Estados Unidos y desde ahí recuerda cómo logró dominar el mundo del narcotráfico en Miami y Nueva York.
Luego, a solas, Griselda recuerda que su vida no fue nada fácil y que desde niña enfrentó muchas duras pruebas que la convirtieron en una mujer dura y que es capaz de hacer todo lo que sea por sus hijos.
La madrina, como le llaman sus cómplices, lleva 8 años en prisión y enfrenta más de 100 cargos criminales, los cuales seguramente la conducirán a la silla eléctrica. Además de las imputaciones por narcotráfico, enfrenta una larga lista de asesinatos de ciudadanos estadounidenses, así como de tres de sus esposos.