La ya profesional del crimen Griselda Blanco volvió a Medellín luego de su productiva estadía en Ecuador para vengarse de quienes torturaron a su madre para encontrarla a ella; fue a visitarla al cementerio y se encontró con el grupo de policías que la buscaban por haber secuestrado al joven Restrepo. Griselda les dio la cara y luego le pidió a Richi, su nuevo aliado, que los mate para vengar la muerte de su amiga Rosy, quien falleció de un disparo en el enfrentamiento por el secuestro.
La visita de Griselda a Medellín tiene un firme propósito y es comenzar su negocio del narcotráfico para volverse la dueña de la ciudad, para lo cual se le ocurrió montar un negocio de funeraria como pantalla del tráfico de drogas.
Mirá el capítulo 18 de La Viuda Negra: