Griselda Blanco está desesperada porque uno de sus enemigos, el capo de la mafia italiana, tiene a su bebé; se lo llevó cuando intentaron sacarlo del hospital donde estaba internado.
“La Madrina” se encuentra con el capo y él se la lleva a la fuerza a su casa, donde tiene a su hijo, y le dice que quiere que sea su mujer. Pero tanto el marido de Griselda, Antonio, como sus secuaces, la están buscando. Aunque, Antonio se enteró que Griselda le ocultó que detuvo el envío de droga a Miami y está furioso.