La ahora “reina de la coca” en Nueva York, Griselda Blanco, quiso deshacerse de su más cercano competidor en la distribución de droga en Nueva York y resultó herida; sus secuaces la sacaron del hotel donde conversaba con su rival y la llevaron a su establecimiento clandestino, donde guardan la droga y el dinero.
“Sugar” y “Richi” le buscaron un médico a su “madrina” y lo amenazaron para que la salve.