Griselda Blanco trata de consolar a su hijo Michael, quien está destrozado por el asesinato de su novia embarazada, Carla. Pero la situación es aún más complicada porque las autoridades colombianas le dieron 24 horas a los líderes narcotraficantes para entregarse.
El agente García y el agente Jones se encontraron y acordaron unirse para capturar a Otálbaro y rescatar al hijo de Jones.
Otálbaro está devastado por la muerte de su hija y no piensa entregarse; le muestra su bóveda a Susana y le dice que tienen provisiones para vivir 10 años ahí.