Griselda Blanco envió a cuatro chicas a Estados Unidos con cocaína escondida en los tacos y llegaron a destino sin mayor dificultad. Sin embargo, el negocio está en la mira de la policía; un detective junto a Guaguancó, quien busca venganza, visitó la funeraria que creó Griselda com fachada pero no logró dar con la narcotraficante porque se escondió en un ataúd y sus empleados manejaron la situación.
Indira, la encargada de reclutar a las chicas para transportar la droga, fue capturada por el detective, quien la tortura para que confiese.
Griselda planea con su amante huir de Medellín a Panamá con documentos falsos y cambiar de identidad.