Para recargar energías y luego de mandarse la macana de quedarse dormidos todos al mismo tiempo, las dos parejas disfrutaron de un sustancioso desayuno, propicio para luego tener una clase de gimnasia.
En el medio de la mañana, siguieron cumpliendo la regla de bailar el ritmo que eligieron -Salsa o Disco-.
También, continuaron charlando entre los cuatro y Mia contó otra anécdota terrible que le tocó vivir mientras vivía en Israel: la muerte del mejor amigo durante una guerra.