Sergio había tomado la iniciativa en el encierro besando a Mía bajo las sábanas. Y ahora fue ella la que lo buscó a él, o más precisamente a su labio.
Durante la mañana del sábado los chicos aguardaban por su salida de La Suite, y fue entonces cuando Mía aprovechó de comerle la boca a Sergio. Fue breve, duró pocos segundos, pero se sacó las ganas.
Y es que los chicos se buscan, se hacen cariños, pero no han dado rienda suelta a su atracción. Sus demostraciones físicas de afecto han sido pocas.