Así lo anunció en el día de ayer la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un extenso informe que aseguraba que los jóvenes desempleados o que no estudian representaron en 2020 un 1,5% más que en el año 2019. Lo que en números equivale a 73 millones, es decir, 6 millones más que antes de la aparición del COVID-19.
El informe sostiene que los jóvenes corren el riesgo de no tener oportunidades en la actualidad y que sus logros se verán frustrados ante la falta de empleo que, como indicó el periodista de temas Internacionales de Modo Fontevecchia, Jorge Elías, “en el mundo sobra trabajo, pero falta empleo”.
La investigación de la OIT señala también que “la brecha de género, que ha mostrado pocas señales de reducción en las últimas dos décadas, es mayor en los países de renta media-baja, con un 17,3%, y menor en los países de renta alta, con un 2,3%”, demostrando que afecta mucho más a las mujeres.
La alarmante situación paraliza a los especialistas en las materia; sin embargo el informe presenta un dato esperanzador para poder desarrollar una mejora al respecto.
Para ello se le pide a los gobiernos a aplicar medidas relacionadas con la creación de empleos sostenibles, ya que esto podría generar 8,4 millones de empleos adicionales para los jóvenes de aquí a 2030.