Han pasado poco más de dos décadas desde que el boliche de Omar Chabán, Cromañón, se prendió fuego durante el show de la banda de rock, Callejeros: la noche del 30 de diciembre de 2004, fue una de las más trágicas de la historia argentina ya que murieron 194 personas a causa del encendido de pirotecnia en el recinto bailable. Este fin de semana, la historia volvió a repetirse aunque, afortunadamente, sin registrarse heridos ni muertos.
Este lunes, el móvil de Modo Fontevecchia, transmitió en directo desde la zona del evento para brindar más información sobre lo ocurrido puertas adentro de Niceto Club, reconocido lugar artístico ubicado en la calle Niceto Vega 5510, una de las zonas más populares y concurridas por jóvenes que salen a disfrutar de sus momentos de ocio. El pasado sábado 17, unos individuos ingresaron al lugar con bengalas de humo y las prendieron en medio de un recital.
Según detalló el cronista radial, Bruno Ghiso, el hecho en cuestión sucedió durante la última canción del setlist del conjunto de trap, ‘El Doctor’, que había logrado juntar a un centenar de chicos y chicas que fueron a disfrutar de su música urbana. Por su parte, Marco, el testigo que logró registrar el momento y viralizar en redes sociales el video, dialogó con el periodista y brindó su testimonio, además de llamar a la reflexión.
El espectador indicó que “ya era el último tema” cuando se dirigió al baño y, al salir, “encaró para la salida” y observó que “adelante prenden dos bengalas, una azul y una roja”. Su primera reacción fue filmar lo que estaba pasando entre la masa humana: pese a la poca visibilidad, pudo observar que “pasaron varios trabajadores de prevención para ir a apagar la bengala”.
Marco remarcó que, si bien “se prendieron las luces del local”, no lo adjudicó a lo que había ocurrido sino, porque el recital ya había finalizado. “El show llegó a concluirse”, indicó el entrevistado. En sus palabras, no refirió a los integrantes del conjunto musical puesto que no usaron el micrófono para comunicar algo al respecto: continuaron cantando hasta terminar su presentación como si lo que estaba pasando era parte del “folklore” artístico.