Ariel Winograd es director, guionista y productor cinematográfico. Además de películas realizó videoclips para bandas como Masacre y Los Tipitos. Entre sus largometrajes figuran “Mi primera boda” protagonizada por Natalia Oreiro y Daniel Hendler; “Vino para robar” que recibió el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y “Sin hijos” con la actuación de Diego Peretti.
En la charla que mantuvo con Luis Rubio, el cineasta contó que, hoy en día, busca emocionar con sus películas. Winograd explicó que le gusta la combinación entre comedia y emoción. “Que la emoción sea una sorpresa. Que el espectador sienta que me río, me río, me río y de pronto me emocioné”.
Al momento de elegir una historia, “lo primero busco es la identificación con el personaje. Que sea un antihéroe, que la pase muy mal”, cuenta Winograd. Lo atractivo de la figura del antihéroe es que “todos queremos ver como nuestro personajes se equivoca, comete los errores que tiene que cometer para aprender”.
Para lograr la emoción y la identificación con el personaje, el medio en el que se lleve a cabo la historia es sumamente importante. “La tele es como la cocción rápida. En una película o serie donde tenés más capítulos y tenés más tiempo para desarrollar; tenés otro tipo de concentración en el espectador que se va metiendo más”.
Para Winograd “todo está en el guión”. El director explicó una de las formas en que evalúa una historia. “A la hora de recibir un guión si en las primeras 15 paginas no sabés de qué se trata, el guión tiene problemas”.