Axel Rivas, Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires, conversó con Jorge Fontevecchia para Periodismo Puro sobre la necesidades en materia educativa para este 2021.
Autor de 12 libros sobre política educativa, el letrado convocó: “Es una gran necesidad la vuelta a las clases, también tiene muchos riesgos“, y apuntó: “Es una gran oportunidad para definirnos como sociedad en relación con la educación, como la pensamos, protegemos y priorizamos“.
Analizó la dificultad de poder recuperar en 2021 lo que se perdió en 2020 debido a que el sistema educativo continúa con condiciones limitadas en su organización: “Dependerá no solamente de si logramos mantener la presencialidad, sino de mucho trabajo invisible, ligado a su coordinación y flexibilidad para reconducir el aprendizaje a nuevos espacios“.
El estudioso de la materia tanto en Argentina como en América Latina reveló una de las barreras más arraigadas de la educación aún en la actualidad: “A veces, el sistema educativo es muy rígido“.
También se refirió a la difícil tarea de desarrollar la capacidad de adaptabilidad por parte de los equipos para prever algún retroceso en cuestión a fases, o cierres temporales debido a contagios, entre otras condiciones: “Si aparece una burbuja que cierra durante unos días, que siga el sistema educativo funcionando con buenas actividades. Si logramos adaptarnos, es posible que no se pierda tanto“.
En referencia a las pruebas globales reveló: “Sería muy grave no contar con los indicadores que nos brindan. Pero no hay que exagerar su uso“.
Además, Rivas comentó que la brecha que algunos creen que existe entre la escuela pública y privada no es tal, sino que la enseñanza e instrucción de los estudiantes tiene muchas otras vertientes: “Tenemos mucha evidencia de que las escuelas privadas no tienen mejores resultados que las escuelas públicas. La diferencia principal está en lo que traen las familias y las posibilidades del nivel socioeducativo en el hogar“.
Y finalizó: “Es mucho mejor tratar de generar un mensaje de amplitud y de convocatoria y de invitación. Lo peor que podemos hacer es generar una quita de valor a los educadores“.