El catedrático analizó la tensión que se produce en el discurso del primer peronismo cuando tiene que responder a la demanda de las mujeres. Por una lado, James reconoce la reivindicación que hizo el movimiento de esos reclamos pero no deja de señalar que, aún así, ubicaba a la mujer en un rol tradicional.
James resalta “el logro de los derechos políticos de la mujer” y señala que la visión del peronismo “implica una re articulación de la esfera privada, la esfera doméstica” pero agrega que el discurso peronista “plantea la necesidad, la prioridad de la mujer como figura central en el hogar”.
De acuerdo a esta idea, la figura de la mujer es prioritaria “para formar al nuevo ciudadano”. Pero las mujeres comenzaban a incorporarse al mercado laboral y ese discurso entraba en tensión con la realidad de la vida cotidiana de las nuevas obreras.
“Las mujeres obreras tienen que enfrentar un doble discurso: la necesidad de trabajar, una necesidad que sienten en carne y hueso por las necesidades de sus familias, y al mismo tiempo un discurso oficial que le quita legitimidad, o por lo menos abre la cuestión de la legitimidad de este trabajo afuera de la casa” explica el historiador.
Con respecto a la posibilidad de que alguna otra mujer pueda igualar la figura de Eva Duarte, James piensa que no es posible. “Evita formaba parte del surgimiento, de los orígenes del peronismo” afirma y agrega que “no existen las condiciones para que pueda surgir otra Evita” porque la líder peronista “llegó por una coyuntura absolutamente única de factores que no van a repetirse en la historia”.
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