Durante su paso por Periodismo Puro, Florencia Luna analizó cómo el coronavirus cambió por completo todo lo que sabíamos sobre la organización social, las ciudades, nuestra alimentación, la ecología, lo global y lo nacional. La ética prestó atención a la bioética como nunca antes: cuestiones como el vínculo con el propio cuerpo, el poder médico y la idea de salud y enfermedad, el derecho de los gobiernos a dictaminar cuarentenas y de las personas a ser vacunadas, necesitan preguntas lúcidas y respuestas atinadas.
Por este motivo, la mayor especialista argentina y una referente mundial en el tema, dio su visión sobre lo que estaba ocurriendo. “El covid-19 vino a trastocar todos los parámetros con los que nos manejábamos. Esta definición de salud parece quedar a un costado frente a los desafíos que nos plantea”, comentó Luna en su diálogo con Jorge Fontevecchia.
Asimismo, se refirió a la situación de vigilancia que generó el covid-19: “Hace poco volví a releer a George Orwell. La situación de Big Brother y de vigilancia no me gusta. En salud pública se debe tener en cuenta el bien común, la salud de la población, pero se tiene que tratar de minimizar la violación de determinados principios. No es arrasar con todo por una cuestión de salud pública. Es parte del trabajo de la bioética. Hay cuestiones dilemáticas en las que el principio de justicia pone en tensión el principio de autonomía o el de no maleficencia”.