Tusibi es la “nueva droga de moda” entre la gente de gran poder adquisitivo: este alucinógeno, un polvo de color rosado, habría sido consumido por la modelo brasilera, Emily Rodrigues, quien murió tras caer de un balcón en un departamento en el barrio de Recoleta. Este inmueble situado en la calle Libertad, pertenece a
Claudio Izaguirre, titular de la Asociación Anti Droga, dialogó con Franco Bagnato, este lunes, en Toda La Vida. El especialista aclaró que es una droga “de diseño”, verdaderamente llamada “2-C-B” en idioma inglés, de “altísima peligrosidad”. Los efectos que procede al momento de consumirla es: alteraciones en el sistema nervioso central y “envejecimiento” rápido del cerebro.
Está compuesto por anfetaminas a las que se le realiza “un proceso determinado” con el objetivo de que su impacto sea “más potente”, es decir, en su proceso se le agrega “un tipo de molécula” para que su efecto sea tal o cual determinado. En los últimos años se instaló en un sector “exclusivo” de la sociedad, y ya hay laboratorios de metanfetaminas instalados en countries y barrios cerrados.
Esta “cocaína rosa”, se suma a las otras drogas que ya son de circulación corriente, como el éxtasis o cristal. Y esto es lo que más preocupa. Según detalló Izaguirre, el “tusi” puede disolverse en una bebida o puede colocarse en un cigarrillo de tabaco o, mismo, de marihuana, y no pierde su efecto, que comenzará pasados 30 minutos desde su ingreso al organismo.
El especialista también informó que “tal vez, los problemas cardíacos sean severos” entre los consumidores o que “tomen cierta determinación que les haga perder la vida”, como lo que se está investigando tras la dudosa muerte de Rodrigues.