Ivo Cutzarida trabaja junto a otros 40 profesionales de la salud para la recuperación de personas adictas a las drogas. Desarrolla su tarea como “Consejero Psicológico”, rol que implica una capacitación de cuatro años en la fundación E.I.R.A.
El adicto pierde la libertad psicológica, que es la libertad de elegir lo que le hace bien, aunque pareciera que tuviera libre albedrío.
Cuestionó la Ley de Salud Mental número 26.657, ya que problematiza todos los aspectos referidos a la internación. “Los ‘internistas’ no queremos privar la libertad de las personas sino, todo lo contrario, que recobren su libertad de pensar bien, que puedan gestionar sus emociones, ya que no lo saben gestionar, como tampoco la frustración, el sufrimiento”.
Cómo se logra el cambio y la prevención: “Se logra estando en un ambiente donde no haya consumo”, en la etapa ambulatoria se hace hincapié en no relacionarse con la “gente del palo”, es decir, aquellas personas que también tengan el mismo problema y frecuenten ese mismo ámbito nocivo. “es un proceso largo”
“es un proceso largo” en el que, también, se la involucra a la familia. “es una enfermedad de muchas variables, pero que representa la desmesura del ser humano”, dijo respecto de la “imposibilidad de ponerse límites”, lo que -según observó a continuación- “se va formando en el ámbito familiar”.
Dentro del núcleo en cuestión “hay muchísima manipulación”, además de que “se van corriendo los límites”. Por lo que Cutzarida indicó que algunos integrantes son “codependientes” de esta crítica situación. “Hay gente que, de alguna manera, sin darse cuenta, está alimentando la adicción”.