El pasado viernes, las fuerzas de seguridad de Francia arrestaron a 1311 personas: se trató de la cuarta noche de disturbios desatados por el asesinato de un adolescente a manos de la policía el martes pasado. El funeral del joven fue el sábado 1, en la localidad de Nanterre.
Las protestas masivas y en diferentes localidades francesas empezaron en el suburbio parisino de Nanterre a raíz del asesinato de Nahel, un joven de apenas 17 años proveniente de una familia argelina. Luego de que la víctima no frenara en un control de tránsito, un policía le disparó en el pecho causándole la muerte.
A partir de este episodio recibieron un nuevo impulso las denuncias de violencia policial y racismoen el país europeo, cuyas víctimas principales son los inmigrantes o los descendientes de los mismos, como es el caso de Nahel. En este sentido, los registros apuntan a que en 2022 murieron al menos 13 personas en circunstancias similares.
Por su parte, las autoridades sostuvieron que durante las protestas fueron incendiados o dañados más de 1300 vehículos y 234 edificios, a la vez que registraron 2560 incendios en la vía pública.
Para reprimir o contener las movilizaciones, el gobierno de Francia desplegó nada menos que 45 mil agentes y hasta utilizó camiones blindados. También dispusieron toques de queda en varias localidades del país.