Luego haber transcurrido una semana desde el pedido de Juntos por el Cambio de llevar a cabo este miércoles una sesión para tratar la Ley de Alquileres, hubo labor parlamentaria en el Congreso de la Nación: Diputados debatió la normativa y volvió a generar grieta entre los distintos partidos políticos, en medio de una crisis habitacional y año de elecciones.
Por su parte, el oficialismo quiere mantener la ley como está dictaminada: cerrar un contrato por tres años, con un ajuste interanual. De manera contraria, en este caso, es la oposición la que propone reducir el plazo mínimo de contrato a dos años y establecer una actualización del precio entre 3 y 12 meses con mecanismo a definirse entre las partes.
Además, que no se le pueda exigir al inquilino el pago anticipado del arancel de alquiler ni depósito de garantía superior a un mes y justamente con la garantía como seguro de caución que, en muchas ocasiones, complica a los ciudadanos que quieren alquilar e ingresar a un nuevo inmueble. En lo único que coinciden ambos proyectos son en los beneficios fiscales para que haya más oferta de alquileres.
Tal como indicó Jairo Straccia en su columna informativa de Economía, en ‘¿Y Ahora Quién Podrá Ayudarnos?’, este suceso es uno de los más importantes de la jornada por el drama que implica.
“En un país de unos 11 millones de inquilinos, mucho más lleno de propietarios que de inquilinos, la política discutiendo si deroga la Ley de Alquileres, porque la ve como el mal de todos los problemas, o le hace algún cambio, lo que parece que no pasaría, o hace como que no ocurre nada”, analizó el periodista a poco de llevarse a cabo la sesión.