Un hombre a quien los vecinos acusan de ser miembro de una banda narco fue detenido en el marco de la investigación por el crimen de Máximo Jerez, el chico de 11 años baleado ayer. Hoy los vecinos atacaron a piedrazos el frente de su domicilio y derribaron las paredes de la casa, la cual aseguraban era un búnker de su negocio de narcomenudeo.
El fiscal del caso, Adrián Spelta, confirmó a la prensa que el hombre detenido, de quien no se dio a conocer su identidad, no fue quien disparó y mató al niño, sino que era el destinatario de los balazos que efectuaron los atacantes que circulaban a bordo de un auto y que pertenecen a una banda rival que se disputa el territorio para la venta de droga en el barrio “Los Pumas”.
Antes, los vecinos habían rodeado la casa y empezaron a tirarle piedras, cascotes y botellas, hasta que el hombre se fue a refugiar a la terraza, desde la cual empezó a responder al ataque de la misma manera. En un momento sacó un arma y empezó a responder con tiros de bala, aunque afortunadamente no pasó a mayores.
“En Rosario, tenes 288 crímenes en 2022, una tasa 4 veces más alta que la del resto del país, 22 cada 100.000 habitantes. Si vez el mapa de Rosario están distribuidos en el 12% de la ciudad tiene una tasa de homicidios parecida a una ciudad mexicana”.
“Los vecinos saben siempre dónde esta el bunker en los barrios o el que vende droga. Los vecinos dicen que la policía también sabe y que pasan los viernes a buscar la coima”.
“Donde viven esos vecinos que explotaron ayer contra el bunker, faltan cloacas, veredas, iluminación, plazas, centros de salud, de todo, el Estado no es solamente el que está ausente a la hora de perseguir al que vende drogas”.
“Estuve en el velorio de ese chiquito de 11 años asesinado vinculado a la comunidad Qom, su familia estaba muy triste velando a Máximo en una cancha de fútbol, lo hicieron ahí porque él tenía que jugar el domingo con su equipo”.