El único partido de la Primera División que se disputó el jueves por la noche entre Gimnasia y Boca Juniors, en La Plata, debió haber sido una fiesta previo al fin de semana largo, pero terminó en tragedia: cientos de heridos y un muerto fue el saldo del suceso violento que se vivió en la “ciudad de las diagonales”, donde volaron palos y piedras, balas de goma y gas lacrimógeno. El partido terminó siendo suspendido.
Unos minutos pasadas las 21:30 y ya iniciado el juego, comenzó a concentrarse un humo blanco y denso dentro del estadio, y lo siguiente que se fue viendo fue gente tosiendo, cubriendo sus rostros y, por consiguiente, el encuentro debió cancelarse en el momento. En simultáneo, detonaciones de balas de goma por parte de la Policía Bonaerense y gases lacrimógenos en dirección a las personas que habían quedado fuera de la cancha.
Por este accionar de las fuerzas de seguridad, Ernesto Tenembaum informó en el programa radial ‘¿Y Ahora Quién Podrá Ayudarnos?’, que uno de los atacados fue un camarógrafo de un medio nacional. Por su parte, Gustavo Grabia agregó que, actualmente, hay otros dos heridos internados en el hospital local Rossi.
“En el estadio se generó una trampa, porque al haber cerrado las puertas para que no entre gente de afuera, tampoco la gente podría salir. Y esto generó muchísima angustia, chicos perdidos y, entre las cosas que pasaron, una persona llamada César Rigueiro, se le produjo un paro cardíaco y murió”, continuó relatando el conductor de YAQPA.