Ni que viaje a la China, el presidente Alberto Fernández se escapa de la interna que atraviesa su gobierno. Aunque, según portales como Infoabe y La Nación, aseguran que últimamente se ha mostrado más decidido en hacerle frente a las trabas del kirchnerismo, destacando que en una de sus reuniones privadas al aterrizar en Berlín desde Madrid, lanzó una fuerte advertencia.
El funcionario que se niegue a firmar el nuevo esquema tarifario de Casa Rosada “no va a poder seguir en el Gobierno”, enfatizó Fernández, afirmando que es una decisión política. Esto, en un intento de recuperar liderazgo dentro del oficialismo y encarar a los funcionarios que responden a Cristina Kirchner y que serían los encargados de firmar los nuevos cuadros impuestos por Martín Guzmán.
Dichos funcionarios son Federico Bernal, interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), Soledad Manín, titular del ENRE, que responde al anterior interventor y actual subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo. Este último ha criticado duramente la estrategia del ministro de Economía, afirmando que el aumento “no contempla el principio de gradualidad” y que “atenta contra el proceso de crecimiento económico que se viene verificando”.
Guzmán se comprometió en el acuerdo con el FMI en bajar el déficit fiscal de 3,1% del PBI a 2,5%. Sin embargo, para lograr este objetivo debe reducir drásticamente los subsidios de energía. En este sentido, los usuarios de servicios de gas y electricidad serán divididos en tres segmentos: los que reciben tarifa social, el 10% de la sociedad con mayor capacidad de pago y el 70% restante que no pertenece a ninguno de los dos grupos anteriores.
Así sería el aumento
El segmento de tarifa social no tendrá ningún incremento adicional en el gas al que hubo en marzo que fue de un 20%. Los consumidores de energía eléctrica del AMBA se les aumentará un 6%. Y el 70% del segmento del medio, el aumento estipulado es de un 21,5% para gas y de 17% para electricidad. Por su parte, el grupo de mayor capacidad de ingresos económicos tendrán una suba superior al 200%.