Unos de los hechos más destacados de las últimas horas ha sido el avión con doce tripulantes venezolanos y cinco iraníes que se encontraba retenido en el aeropuerto de Ezeiza. Mientras se investigaba los antecedentes de los pasajeros, el gobierno nacional decidió retenerles sus pasaportes y los alojaron en un hotel cercano a la zona. La decisión que ha causado un conflicto diplomático se basó en el artículo 35 de la Ley de Migraciones que expresa que “cuando exista sospecha fundada que la real intención que motiva el ingreso difiere de la manifestada al momento de obtener la visa o presentarse ante el control migratorio y hasta tanto se corrobore la misma, no se autorizará su ingreso al territorio argentino y deberá permanecer en las instalaciones del punto de ingreso”.
Ante esto, el Ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, otorgó más detalles en Modo Fontevecchia: “El día 6 de junio arriba a la terminal de carga de Ezeiza un Boeing 747 300 perteneciente a la compañía Emtrasur, viene de Caracas-Venezuela, contaba con diecisite tripulantes. Había aterrizado en Córdoba por cuestiones meteorológicas. Ninguno contaba con alerta roja o algún tipo de restricción que impidiera su ingreso a la Argentina, todos los miembros de la tripulación ingresaron al país sin novedad”, señaló.
Sin embargo, explicó que “posterior a su ingreso, se recibieron por distintos canales de organismos extranjeros advertencias acerca de la pertenencia de parte de la tripulación a empresas relacionadas con la Fuerzas Quds de la Guardia Revolucioanaria de Irán”, agregó. En esta misma líena, Fernández destacó que el avión había sido comprado por una empresa relacionada a este grupo que ha sido catalogado como terrorista por parte del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y en el marco de esa situación el Ministerio de Seguridad decidió accionar.
Fernández destacó que Argentina respeta y tiene buena relación con los países soberanos, no obstante, enfatizó que si hay situaciones con características irregulares, los organismos de seguridad reaccionarán. Aseguró que había actitudes de los tripulantes que no eran “lógicas” y que además habían declarado una tripulación que no era la misma que viajó, si no, mucho menor.