En los últimos días se ha generado un dilema en Migraciones por la cantidad inusual de mujeres de origen ruso que llegan a nuestro país con un embarazo avanzado. Estas “turistas” ingresan sin dinero ni pasaje de regreso con la intención de tener sus hijos en Argentina.
Aquí se produce el dilema entre ayudar humanitariamente a mujeres vulnerables y, por otro lado, investigar si no se trata de una organización que maneja un negocio millonario. “El problema es que llegan, tienen los hijos, se van de Argentina y no vuelven más” declaró Florencia Carignano, titular de Migraciones.
Argentina otorga un pasaporte que sirve para ingresar sin visa a 178 países. Este puede ser uno de los motivos que expliquen la llegada de estas mujeres. “Si no empezamos a controlar a quien le damos el pasaporte, vamos a perder la confianza que tenemos con otros países” explicó Carignano.
La funcionaria señaló que “no es delito” venir a tener un hijo a Argentina pero para hacerlo se debe “ir al consulado, sacar una visa y explicar los motivos”. Ninguna de estas mujeres había realizado ese trámite.
En este contexto, el viernes a la noche aterrizó en Ezeiza un vuelo de Ethiopian Airlines con 83 mujeres rusas, 16 de las cuales estaban embarazadas. Según Carignano, estaríamos ante un caso de falso turismo. “Llegan, tienen los hijos, los anotan como argentinos, dejan un poder a los apoderados, se van y no vuelven más” afirmó.