El país se pudo haber salvado de un default económico, pero la deuda con el ambiente es aún mayor y peligrosa. La Fundación Vida Silvestre Argentina reveló durante la jornada de este sábado que nuestra nación agotó todos los recursos naturales que el planeta provee para este año 2022, entrando en un “default ambiental”. Como consecuencias, todo lo que se consuma en los próximos meses ocasionará una nueva “deuda ambiental” que afectará a las próximas generaciones. Este indicador es ejecutado por la GFN (Global Footprint Network), una red global de huella ecológica. Tiene como finalidad concientizar a la población de la velocidad en que estamos consumiendo los recursos de la Tierra.
“Para nuestro país, la fecha es un mes antes que el promedio global y los datos dejan en evidencia que si todo el mundo viviera como lo hacemos en Argentina, se necesitarían alrededor de dos planetas para abastecer los recursos naturales que sostienen nuestro sistema de producción y consumo”, indicó Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina.
Según el indicador, la humanidad en todo el mundo agotaría los recursos para este año el día 28 de julio, no obstante, en la Argentina, este límite llega un mes antes de lo estimado. Para Jaramillo, la única forma de retrasar esta fecha es mediante un verdadero cambio en la manera en que vivimos: “Desde el modo que consumimos y producimos los alimentos, hasta la manera en que nos movemos, cómo conseguimos nuestra energía e incluso en qué invertimos nuestro dinero. Y si bien todas las personas podemos hacer algo para demorarla, hacen falta también cambios a gran escala desde los gobiernos y el sector privado”, aseguró.
En esta misma línea, Jaramillo, explicó que Argentina puede incrementar los compromisos adquirimos en el Acuerdo de París, firmado en el 2016, pero esto ocurriría si realmente el compromiso es “más ambicioso en la reducción de emisiones, si buscamos enfrentar realmente el problema del cambio climático“.
Por otra parte, afirmó que existen varias estrategias para combinar lo económico, social y ambiental, pero si no se enfoca realmente en solventar este problema la deuda ambiental se agranda. “Estamos en números rojos, cada año la situación empeora”, alertó.
“La naturaleza nos ha dado indicadores de su capacidad de respuesta si reducimos nuestra huella ecológica, recordándonos que necesitamos mucho más al planeta, de lo que él nos necesita”, sentenció Jaramillo.
¿Qué es la huella ecológica?
Es una métrica que contabiliza los recursos biológicos que pueden ser utilizados por el hombre. Los resultados se obtienen sobre unos 15 mil puntos de datos por país por año y que suma las demandas en áreas productivas como: Alimentos, madera, secuestro de carbono, fibras y capacidad de infraestructura. En la actualidad, el 60% de la huella ecológica de la humanidad proviene de las emisiones de carbono por quema de combustibles fósiles, causantes del cambio climático y el calentamiento global.
Argentina en cifras
- El 80% de los residuos encontrados en las costas de la provincia de Buenos Aires son plásticos.
- Por año se descartan al mar al menos 110 mil toneladas de merluza en buen estado. A nivel global el 30% de los recursos pesqueros del planeta se encuentran sobreexplotados.
- El 30% de los niños argentinos viven en emergencia alimentaria, pero a nivel global el 40% de los alimentos se desperdician antes de ser consumidos.
- Desde la sanción de la Ley de Bosques Nativos en 2007, se perdieron 3.500.000 hectáreas de bosques nativos en Argentina.
De continuar este accionar alarmante del hombre y la inexistencia de un verdadero compromiso político con los recursos del planeta, nuestro país sería unos de los primeros en la lista en sufrir las graves consecuencias de la crisis ambiental que se está cocinando.