Se complica la investigación que busca encontrar la verdad detrás del atentado que sufrió la vicepresidente Cristina Kirchner la noche del jueves 1ero de septiembre, cuando estaba llegando a su domicilio en Juncal y Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta. Se conoció que el teléfono que portaba el supuesto agresor, Fernando André Sabag Montiel, fue formateado en uno de los intentos por extraer la información que se encontraba allí.
El proceso era llevado a cabo por la Policía Federal y era una prueba fundamental del caso. El dato se filtró a la prensa luego de que los técnicos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria intentaran acceder al equipo para desbloquearlo, no obstante, les apareció una notificación de leyenda de formateo, justo después de que el aparato fuera manipulado por especialistas de la PFA.
Por tal motivo, la justicia citó a los dos técnicos de la PSA para declarar y tener más detalles de cómo ocurrió este error. Asimismo, desde el juzgado aseguran que no hubo un acceso remoto al teléfono porque desde que fue incautado estuvo en modo avión. Sostienen la hipótesis de que el formateo se pudo haber dado por la cantidad de veces que se intentó acceder a los datos que tiene el dispositivo. Por otra parte, los investigadores ya cuentan con una parte de la información que se sustrajo de la tarjeta SIM.
El teléfono de Fernando André Sabag Montiel fue decomisado la misma noche del jueves, estaba apagado y sin batería. Se encendió para intentar la primera extracción y lo colocaron en modo avión para que nadie tuviera un acceso remoto. Seguidamente, procedieron con personal técnico de la PFA al uso del sistema UFED, pero no obtuvieron los resultados esperados.
Los especialistas dejaron un informe escrito detallando lo sucedido y el aparato fue guardado en una caja fuerte. Luego de recibir la noticia de que la PSA tiene un sistema más actualizado, el teléfono fue llevado en custodia hasta la sede del organismo, allí se dieron cuenta de que se había formateado y que era imposible realizar la operación. Tras esto, el teléfono volvió a la caja fuerte del juzgado, encendido y en modo avión.