En una escuela de Jefferson, Estados Unidos, ocurrió un hecho lamentable entre una profesora y un alumno.
Según relataron los testigos, ella le habría pedido que guardara el celular y la respuesta del chico habría sido: “¿Por qué? Mi teléfono no molesta a nadie”, lo que generó el enojo de la maestra, quien le planteó que a ella sí le molestaba que lo usara en clase.
Enseguida se calentó el ambiente y la educadora se olvidó de la pedagogía y empujó brutalmente al estudiante, que contestó con otra agresión. Así la violencia fue creciendo y hasta hubo golpes de puño.
La oficina del Sheriff del Condado de Jefferson detuvo al joven por agresión de tercer grado, mientras que contra la maestra no hubo cargos.