En octubre del año pasado se dieron las primeras noticias sobre Oumuamua, un asteroide de forma alargada que pasó por el Sistema Solar. Los científicos primero pensaron que se trataba de un cometa, pero al notar que no mostró signos de desgasificación al pasar cerca de nuestro Sol, lo descartaron. Entonces, llegaron a la conclusión que se trataba de un asteroide. Pero, ahora surge una nueva respuesta: podría tratarse de una nave extraterrestre.
Shmuel Bialy y Abraham Loeb, del Centro de Harvard-Smithsonian de Astrofísica, acaban de publicar un llamativo reporte sobre la aceleración de Oumuamua cuando atravesó el Sistema Solar.
Allí explican que tuvo un “comportamiento inesperado”, ya que en las últimas imágenes que captaron “había aumentado en velocidad, en lugar de disminuirla como se esperaba”. Por ello creen que se podría deber a algún tipo de propulsión, lo cual coincidiría con el movimiento registrado por un vehículo artificial impulsado por la luz.
A esto se suma la forma de este asteroide. Bialy y Loeb consideran la posibilidad de que Oumuamua podría ser una vela ligera, es decir, una forma de nave espacial que depende de la presión de radiación para generar propulsión, similar a lo que están trabajando en Breaktrough Starshot, el proyecto para enviar pequeñas naves a otros sistemas.
Esta vela ligera puede ser enviada desde otra civilización para estudiar nuestro Sistema Solar y buscar signos de vida. Es por eso que Loeb sostiene que “Oumuamua podría ser una pieza activa de tecnología alienígena que vino a explorar nuestro Sistema Solar. La alternativa es imaginar que Oumuamua estaba en una misión de reconocimiento”.
Esta hipótesis toma fuerza con la afirmación del fallecido científico Stephen Hawking, quien aseguró que la forma más probable para una nave espacial interestelar sería un “cigarro o aguja”, ya que esto “minimizaría la fricción y el daño del gas y de polvo interestelares”.
¿Cuál será el verdadero origen de este objeto interestelar? Tal vez el tiempo nos brindará las respuestas.