La modalidad de trabajo a distancia, desde casa, se ha implementado en mayor medida en la actualidad como parte de las prácticas para evitar el contagio de coronavirus. Puede que muchos no estén familiarizados con hacer actividades laborales en el hogar y les cueste un poco más concentrarse. Mirá estas prácticas recomendaciones para optimizar el teletrabajo:
1-. Trabajar en casa no significa pasar el día en pijama
Realizar las actividades laborales en el mismo lugar donde vivimos hace que nos sintamos más relajados en cuanto a los códigos sociales, como la vestimenta. Sin embargo, no es recomendable abandonar el placard y usar solo la ropa de dormir porque es más difícil delimitar el tiempo para trabajar y para las labores del hogar.
Aunque parezca raro, la ropa influye en la energía emocional y mental para las actividades diarias. Antes de comenzar tu jornada verifica que lo que llevas puesto sea un atuendo que usarías para salir.
2-. Encontrá el espacio ideal
La oficina es un ambiente muy diferente a tu casa, bien sea por el mobiliario o por la cantidad de compañeros de trabajo. Aunque puede parecer genial la posibilidad de trabajar con la notebook en el sillón o en la cama, resulta incómodo si es una jornada laboral de 8 o 9 horas. En este sentido, es importante que ubiques un espacio en tu hogar para trabajar, en el cual tengas a mano todo lo que necesitas para tus actividades laborales, cuentes con buena iluminación y un asiento que te brinde un adecuado soporte en la columna.
3-. Combinar la convivencia con el trabajo en casa
Si vivís con tu familia, amigos, pareja, es importante que dejes claro el horario durante el cual estarás trabajando y no disponible para dedicarle a ellos como lo hacés fuera de la jornada laboral. De todas maneras, podés tomarte unos minutos para comer o tomar un café y aprovechar ese momento para compartir.
En caso de que te encontrés en solitario, podés aprovechar los momentos libres para conectarte con amigos por chat o videollamada.
4-. Disminuir las distracciones
Una manera eficaz de promover la concentración y estimular la productividad es establecer el horario de trabajo y durante ese tiempo solo dedicarte a tareas laborales; esto significa que tenés que desconectarte de las actividades del hogar.
5-. Cuidado con caer en “el Día de la Marmota”
Si el único ambiente que ves a diario es tu casa porque ya no tienes que trasladarte a la oficina, puede que te parezca que estás en un bucle, todo se repite una y otra vez. Para evitar la monotonía, podés aprovechar ese tiempo que antes empleabas en traslado para hacer esa actividad que postergabas por falta de tiempo, como ejercicio matutino o un desayuno prolongado.