Boca, nariz y ojos son las puertas de entrada del coronavirus a nuestro cuerpo. Es por eso que hay que buscar evitar que esas partes entren en contacto con posibles fuentes de transmisión de la enfermedad.
El lavado de manos es una de las principales medidas de prevención, ya que es gracias a eso que logramos neutralizar el virus. Pero también es importante mantener la distancia social para que las gotículas de la nariz o de la boca de una persona infectada no puede llegar a nuestro rostro.
En este sentido, los especialistas piden poner especial atención también a las lagañas, ya que pueden convertirse en un síntoma de la enfermedad y además pueden representar una fuente para propagar el virus.
Entre las recomendaciones que realizan está limitar el uso de lentes de contacto, evitar tocarse el rostro y extremar la higiene de elementos como los lentes de aumento o descanso.
Pero, ¿puede el coronavirus llegar a producir conjuntivis? La evidencia demuestra que solamente entre el 1 y el 3 por ciento de los pacientes con esa enfermedad ha llegado a desarrollar ese problema ocular.
Sin embargo, una enfermera de Estados Unidos detectó que los contagiados a los que atendió “tienen, como… ojos de alergia. La parte blanca del ojo no es roja. Es más como si tuvieran una sombra de ojos roja en el exterior de sus ojos”.
Los profesionales aconsejan evitar el uso de lentes de contacto porque implica manipular el ojo. En el caso de que sea extremadamente necesaria su utilización, el lavado de manos es primordial antes y después de tocar esa parte del rostro.
Precisamente por el alto nivel de contagio de este virus, quienes están en contacto con personas que tienen esta enfermedad no solamente emplean barbijos, sino que además usan gafas de protección para justamente evitar exponer sus ojos.