The New York Times publicó una lista de los 10 mejores libros de terror de 2023 publicados en inglés y dos obras argentinas forman parte de ella. Por un lado se encuentra la aclamada novela “Nuestra parte de noche” de Mariana Enriquez y también “El criadero” de Gustavo Eduardo Abrevaya.
“Estar en esa lista en Estados Unidos, donde la industria editorial es enorme, me parece que da una dimensión de la estatura de mi novela, sobre todo si uno piensa que esto ocurre en el país de Stephen King, Edgar Allan Poe y Howard Phillips Lovecraft”, expresó Abrevaya según recogió Página 12.
Y aclaró: “Ahí no hay lugar para el amiguismo. El diario publica lo que el periodista piensa sin conocerme; es la novela la que habla. En la Argentina debería ser motivo de orgullo que seamos dos los argentinos que estamos en esa lista tan selecta”.
En cuanto a “Nuestra parte de noche”, la editorial Anagrama adelanta: “Un padre y un hijo atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Son los años de la junta militar, hay controles de soldados armados y tensión en el ambiente. El hijo se llama Gaspar y el padre trata de protegerlo del destino que le ha sido asignado. La madre murió en circunstancias poco claras, en un accidente que acaso no lo fue. Como su padre, Gaspar está llamado a ser un médium en una sociedad secreta, la Orden, que contacta con la Oscuridad en busca de la vida eterna mediante atroces rituales”.
En lo que respecta a“El criadero”, desde Cúspide Libros publicaron: “A caballo entre la novela negra, el thriller, el relato fantástico y la novela de terror, El criadero, de Gustavo Abrevaya eriza los vellos y seca la garganta del lector al que se le mete de cabeza en esta historia. El escritor argentino maneja una trama hipnótica y un escenario dantesco en esta breve, contundente y extraordinariamente bien escrita novela que atrapa, emociona, hace sufrir, duele, conmociona y vuelve del revés el estómago al lector. Redonda y magistral pieza de relojería que avanza sin pausa y es comparable a una pesadilla de David Lynch”.