El sumo pontífice brindó una inesperada declaración que llamó que tomó por sorpresa a todos los católicos. En un reciente encuentro con periodistas, Francisco afirmó que “la puerta está abierta” a una posible renuncia.
El imprevisto testimonio surge luego de que el líder de la iglesia católica sufriera una dolencia en su rodilla que lo obligó a movilizarse en silla de ruedas. De regreso a Roma desde Canadá donde viajó para pedir perdón a los indígenas que fueron abusados en las escuelas residenciales, Francisco dijo que “no sería una catástrofe” renunciar al papado.
Si bien explicó que por el momento no tiene pensado dimitir, sus declaraciones sembraron dudas e incertidumbre sobre su continuidad al frente del Vaticano. “Se puede cambiar de papa” dijo Francisco restándole importancia al asunto pero, claramente, dejó latente esa posibilidad.
“La puerta está abierta y es una de las opciones, pero hasta ahora no he llamado a esta puerta. No he sentido aún esta posibilidad, pero esto no quiere decir que mañana no empiece a pensar en ello” expresó llenando de dudas a todos sus interlocutores.
Con respecto a su visita a Canadá, Francisco calificó a los abusos cometidos en los internados católicos como un “genocidio” y pidió perdon por el accionar de los miembros de la iglesia que cometieron esas atrocidades.