Las autoridades rusas volvieron a lanzar una amenaza contra la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, en español) y puso una fecha límite de respuesta, el próximo jueves 31 de marzo.
La NASA, la ESA (Agencia Espacial Europea, en español) y la CSA (Agencia Espacial Canadiense, en español) sufrirían un daño colateral por las sanciones impuestas a Rusia. La agencia estadounidense se ha mantenido al margen de las declaraciones que llegan desde la nación bicontinental. El futuro de la EEI (Estación Espacial Internacional) administrada por la NASA está nuevamente bajo expectativa. Roscosmos, la agencia rusa a cargo de labores en el espacio, quiere que Estados Unidos levante las restricciones al sector espacial.
La amenaza llega del director general de Roscosmos, Dmitri Rogozin, como un respaldo a la compañía de investigación de ingeniería mecánica TsNIIMash y el Centro Espacial de Cohetes Progress, que vieron limitadas sus actividades en el último mes. La entidad norteamericana no respondió a las amenazas rusas que sostienen que su disposición podría reducir la vida de la EEI, que tiene previsto seguir en órbita hasta 2030. Rusia, se negaría a la reanudación de vuelos conjuntos.
El Gobierno ruso tenia previsto participar en la estación hasta 2024, cuando lanzara su propia plataforma espacial. Los profesionales rusos tienen presencia en la estructura desde 1998, cuando fue puesta en órbita y se calculó su vida útil en 15 años. Las acciones occidentales contra Rusia significan restricciones en la exportación de bienes y altas tecnologías a fin de debilitar sectores estratégicos como el militar y la industria aeroespacial.
En respuesta, Rusia, ya detuvo la cooperación con los socios europeos en el lanzamiento desde un cosmódromo en Kourou, Guayana Francesa. También dejo de suministrar motores para cohetes estadounidenses y exigió que los futuros contratos de Roscosmos se cobraran solo en rublos.