Hay países que no fueron confinados durante la pandemia y por eso algunas actividades se llevaron a cabo con normalidad, como sucedió en Manado, Indonesia, con los velorios y funerales.
En medio del dolor, una familia fue a despedir a un pariente que estaba por ser enterrado. En medio del proceso, el camarógrafo registró un momento escalofriante que enseguida se hizo viral en las redes sociales.
Es que el ataúd tenía una pequeña ventanita desde la que se podía ver la cara del difunto. Para estupor de todos, el fallecido saludó con su mano, justo cuando el cura dijo: “Dios lo ha dicho en el libro de Juan. Yo soy la resurrección y la vida. Quien crea en mí, vivirá aunque esté muerto”.
Claro que los rumores sobre la posibilidad de que la persona estuviera viva crecieron. Expertos de la Universidad Central de Queensland en Rockhampton explicaron que, sin ayuda externa, es imposible que los restos humanos cambien de posición.
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