Luces, música alegre, regalos y mucha algarabía son algunas de las características de la Navidad. Y aunque esto podría poner de buen humor a cualquiera, no ocurre de esa forma con todas las personas y hay quienes la pasan realmente mal en esta época del año.
La fobia a la Navidad consiste en un conjunto de trastornos emocionales que desencadenan que los individuos no se sientan cómodos en diciembre, mes en el que finaliza el año y aumentan el estrés y la ansiedad, ya sea por realizar un balance de lo que se logró o por la presión social que conlleva este evento.
Pero no solamente esos son los síntomas que se pueden experimentar. También pueden llegar a sentir tensión y presión emocional al caminar por la calle y ver comercios con decoración navideña.
Otros rasgos son la aversión social, tristeza repentina, compras compulsivas, dolor de cabeza, cansancio, problemas estomacales y malestar generalizado producto del estrés que desencadenan las fiestas.
La fobia a la Navidad es muy común. Los expertos afirman que aproximadamente dos de cada cinco personas puede presentar síntomas a lo largo de su vida.