Cuando se creía que el buceo era una actividad de alto riesgo por la probabilidad de ser atacado por un feroz animal acuático o quedarse sin oxígeno en el tanque, se conoce esta insólita historia ocurrida en Sudáfrica. Su protagonista, Connie Hallowell (48), es un pastor y ávido buzo, que se salvó de “milagro” tras sobrevivir a una experiencia cercana a la muerte: por accidente, disparó su arma de lanza y la flecha -literal- le atravesó la cara.
Por su parte, el Dr. Ciaran Eamon Lalor, aseguró que Hallowell “tuvo mucha suerte” porque solo hubo una fractura ósea menor, no habiendo presentado hinchazón ni moretones. Además informó que el buzo “podía ver y hablar sin ningún problema”.
[IMÁGENES SENSIBLES]