La guerra que parece que nunca acabará es la del gobierno nacional contra la inflación. El mes de julio fue una etapa muy difícil para la administración de Alberto Fernández que, sumado a los problemas económicos, las crisis internas que vivió su gabinete, profundizaron aún más la inestabilidad económica que hoy afecta el bolsillo de los argentinos. La renuncia de Martín Guzmán, el breve paso de Silvina Batakis y el desembarco de Sergio Massa, es una cronología de lo complicado que fue este mes.
Para las consultoras privadas, el panorama inflacionario de julio en la Argentina no fue para nada alentador. La Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) determinó que se tuvo un 8,5% de inflación y que este 2022 cerraría con una alarmante cifra de 98%. Camilo Tiscornia, socio de C&T, comentó que este mes finalizaría entre un 7% y 8% y el año en 90%:“Pero no se puede dar por sentado si se complica la situación y tienen que devaluar, es decir, si pueden seguir moviendo el dólar a cerca de 5% por mes y un poco más hacia el verano”, indicó.
Por su parte, el representante de Equilibra, Martín Rapetti asegura que para este año la inflación finaliza en un 90%, mientras que Santiago Manoukian de Ecolatina, estima una cifra similar y un 7,5% para este mes. En esta misma línea, Marina Dal Poggeto de ECO GO, prevé un aumento mensual de 6,5% y una inflación sin estimar la suba de las carnes en 8,1%.
Ferreres estima un 8% y un 86% de inflación para el cierre de año. Y PxQ calcula que julio cierra con 6,5% mientras que la cifra anual estaría en el 84%.
Cabe destacar que este sería el índice mensual más alto del año, luego del 6,7% registrado en marzo y también el mayor desde 1991, cuando se puso en marcha el plan de convertibilidad, que eliminó la inflación por diez años.