Antes de que el mundo viera lo que Rusia era capaz de hacer en Ucrania, el presidente de Estados Unidos Joe Biden tenía al menos dos semanas advirtiéndolo. Conferencia de prensa tras conferencia de prensa, el líder demócrata denunciaba los planes que Vladimir Putin estaba cocinando, sin embargo, la comunidad internacional estaba incrédula. Todo lo supo gracias a sus informes de inteligencia que diariamente recibía de su consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
En este sentido, durante un almuerzo con los líderes que participaron en la Cumbre de las Américas, Biden, decidió revelar algunos de esos reportes, asegurando lo inesperado. “Tengo información clasificada que no puedo contar, pero el riesgo de una Tercera Guerra Mundial es muy grande. Las consecuencias son inimaginables. Ninguno de los que está acá se puede imaginar la consecuencia de esta guerra“, aseguró, reflexionando que estamos en un mundo muy lastimado.
“Tengo una mirada muy pesimista de Putin. Yo lo conozco mucho. Sé que no puedo esperar mucho de él. Tengo poca expectativas”, agregó. Por otra parte, Biden reconoció que América Latina ha quedado afuera de los aportes financieros que su país realiza, en comparación con los billones de dólares que son enviados en Asia para balancear a China y en Europa para detener a Rusia. “Eso hay que cambiarlo”, enfatizó el norteamericano, comentando que al ser América Latina el área de influencia de Estados Unidos, no necesita desde el enfoque geopolítico aportes millonarios para balancear enemigos.
Joe Biden junto al premier canadiense estarán en la cumbre del G7 el próximo 27 de junio, donde analizarán la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial. La reunión es organizada por la presidencia de Alemania y se realizará en la región de Baviera. El jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, estará presente. La invitación se concretó en su visita a la capital alemana el pasado 11 de mayo, en el marco de la gira europea que lo llevó también a España y Francia.