La semana pasada, Balenciaga causó revuelo en el mundo de la moda y en redes sociales a partir de una campaña en que niños aparecían sexualizados, sosteniendo osos de peluche vestidos con prenas de bondage. Así, Kim Kardashian, embajadora de la marca, rompió el silencio.
“Como madre de cuatro hijos, me han sacudido las imágenes perturbadoras. La seguridad de los niños debe tenerse en la más alta consideración y cualquier intento de normalizar el abuso infantil de cualquier tipo no debería tener lugar en nuestra sociedad, y punto”, escribió la modelo.
Luego, confesó que quiso tener el tiempo para comunicarse con el equipo de Balenciaga y entender su postura luego de que retiraran de circulación la campaña y pidieran disculpas por sus decisiones artísticas e idelógicas.
Así es que la ex de Kanye West está “reevaluando actualmente mi relación con la marca, basándose en su voluntad de aceptar la responsabilidad de algo que nunca debería haber sucedido, para empezar, y en las acciones que espero que tomen para proteger a los niños”.
Santi Maratea contra Balenciaga
Quien también se pronunció en contra de Balenciaga fue Santi Maratea, quien se ha declarado un cliente leal de la marca pero está considerando dejar de comprar sus productos, no solo por lo sugerido en la campaña sino también por la calidad de las prendas y los exorbitante precios.