La Ley de salud mental se ha puesto en discusión durante las últimas semanas en torno al caso de Chano Charpentier. Para conocer en profunda sobre qué versa esta ley, Jorge Fontevecchia entrevistó al psicoanalista Eduardo Carpintero.
Por un lado, explica cuál es el objetivo primordial de la ley: “La base de esta ley es terminar con los manicomios y generar dispositivos alternativos. Esto se hizo muy parcialmente. Desde hace 10 años, ni este gobierno ni el anterior se ocuparon de la ley de Salud Mental, salvo ciertas iniciativas que llevaron a implementarlos en algunos lugares”.
Si bien muchas personas han objetado el contenido de la ley, el psicoanalista expresa uno de los puntos fundamentales de la misma: “Lo que saca la ley es el concepto ya antiguo de peligrosidad, en donde se asocia al loco como loco peligroso que son la minoría. Pone el eje en el riesgo cierto e inminente”.
Frente a la creencia de que la ley busca evitar la internación de personas con su salud mental afectada, el especialista explica cómo es el procedimiento que plantea la ley: “La internación antes estaba condicionada puramente por el psiquiatra y hoy requiere de un equipo interdisciplinario, que quiere decir que debe haber dos firmas, de un psicólogo y psiquiatra, pero no se plantea que no se puede internar”.
El reclamo de la madre de Chano
Marina Charpentier se presentó en el Senado semanas atrás y se manifestó en contra de la Ley de salud mental: “La ley no me ayudó. Tengo facilidades económicas que me permitieron pagar internaciones carísimas, pero esa no es la realidad del común de las madres. ¿En qué cabeza entra que una persona que consumió marihuana, paco o cocaína va a ir libremente a internarse?”.