Desde temprano, las plazas donde se instalaron las pantallas para ver el partido entre Argentina y Australia se fueron poblando de fanáticos. Munidos de banderas, gorros, camisetas y vuvuzelas, los hichan iban tiñendo los espacios verdes de celeste y blanco.
El gobierno de la ciudad instaló tres pantallas de 45 metros cuadrados en la plaza Seeber de Palermo, en el Parque Centenario en Caballito y en el Parque de la Ciudad en Villa Soldati.
Los hinchas argentinos siguieron el partido con festejos por los dos primeros goles y conteniendo la respiración cuando Australia traspasó el arco argentino al comienzo del segundo tiempo. Cuando se agregaron siete minutos adicionales, el clima era de tensa calma alterado por la ansiedad que produjo las llegadas de Messi al arco rival.
Antes de finalizar el encuentro en el que Argentina venció a Australia, comenzó la concentración en el obelisco. Ni bien sonó el silbato que indicaba el final del partido, comenzó la fiesta con cánticos y elogios para el capitán de la selección. Por la cantidad de gente reunida fue necesario cortar el tránsito , incluido el metrobus.
También hubo festejos en las ciudades del interior donde los cánticos se hicieron oír. Los hinchas se reunieron para celebrar que Argentina pasó a cuartos de final en Rosario, Ushuaia, Santiago del Estero, Córdoba y Tucumán.