El 31 de diciembre de 2019, Sonia Britos, de 11 años de edad, estaba refrescándose en una pileta en la ciudad de Nueva Esperanza, en Santiago del Estero.
La nena había estado disfrutando del agua en medio de una calurosa tarde cuando la tragedia llegó de golpe.
Todavía mojada, quiso cargar el celular al enchufarlo en una zapatilla eléctrica. Fue entonces que recibió una descarga que resultó letal. Lo último que sus familiares escucharon fue un fuerte grito, pero ya nada pudieron hacer.
“Te extrañaremos tus vecinos y amigos que día a día te veíamos pasar a la escuela”, escribió una vecina en su perfil de Facebook solidarizándose ante esta tragedia.
Efectivos de la comisaría 32 y técnicos de Criminalística trabajaron en la casa de la chica y secuestraron preventivamente el alargador y el cargador del teléfono para que sean peritados, publicó el portal Nuevo Diario.