Semanas atrás, Netflix anunció un cambio radical en su política: de ahora en más no se podrá compartir la cuenta con personas que no vivan en el mismo hogar, a no ser que se abone un precio extra por este servicio. Esta política se puso en funcionamiento hoy, 22 de septiembre.
La plataforma se caracterizó siempre por ofrecer una gran facilidad para sus suscriptores: la posibilidad de usar una misma cuenta en diferentes domicilios. El plan básico incluía dos pantallas a la vez y esto se podía incrementar con diferentes precios, pero esto ya no será más así.
En el caso que una misma cuenta se use en más de una casa, Netflix ahora cobra un valor de $385 por mes, con impuestos incluídos, además del precio de cada plan.
“Nos encanta que nuestros miembros disfruten tanto las películas y series de Netflix que quieran compartirlas con otras personas. En la actualidad, sin embargo, la práctica extendida de compartir cuentas entre distintos hogares afecta nuestra capacidad a largo plazo de invertir en nuestro servicio y mejorarlo”, expresó Chengyi Long, directora de Innovación de Productos de la empresa.
La crisis de Netflix
Esta decisión se debería a la crisis que enfrenta la plataforma. Luego de haber sido el servicio líder, hoy es superada en suscriptores por Disney+ y en el último tiempo ha experimentado una gran caída en sus números.