El Gobierno estableció este jueves una serie de prohibiciones para las empresas fabricantes e importadoras, no se podrán incluir en sus productos leyendas o imágenes que “tengan el posible efecto de hacer más atractivo” el fumar, con el objetivo de evitar que se incremente el consumo de tabaco.
A través de la Resolución 143/2022, publicada este jueves en el Boletín Oficial, el Ministerio de Salud fijó nuevas normas para la divulgación de información al público acerca de los ingredientes de productos de tabaco y prohibió que se incluyan en publicidades o etiquetados “la mención a ingredientes y aditivos, como saborizantes, aromatizantes o cualquier otro tipo de ingrediente, haciéndose extensivo la prohibición a leyendas, imágenes o signos figurativos que hagan referencia a los mismos, o a sus posibles efectos sensoriales y/o que tengan el posible efecto de hacer más atractivo el consumo del producto por los niños y adolescentes, o dar la idea de que sea menos riesgoso para la salud”.
No podrán utilizarse información sobre ingredientes supuestamente beneficiosos para la salud, como frutas y verduras, hierbas, nutrientes, vitaminas, o procesos que puedan dar la idea de que el producto sea menos riesgoso para la salud; palabras como “Light”, “Suave”, “Mild”, “bajo en contenido de nicotina y alquitrán”, “Natural”, “Frutal”, “Libre de aditivos”, “Puro”, “Orgánico” o términos similares.
Las empresas fabricantes e importadoras de productos de tabaco tendrán un año a partir de la entrada en vigencia de la medida para adecuar las etiquetas de los productos de tabaco que comercializan y la publicidad de los mismos y un plazo de seis meses previo al lanzamiento de nuevos productos para presentar ante el Ministerio de Salud la propuesta de etiquetado y publicidad de los mismos para su autorización.
El tabaquismo es un problema mundial de salud pública con devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambientales que hoy es responsable de más de 8 millones de muertes anuales en el mundo y de costos sanitarios y ambientales que incluso exceden las recaudaciones fiscales por impuestos al tabaco.