El femicidio de Ludmila Pretti ocurrido esta semana conmovió a los argentinos, y se sumó a la escalofriante cifra de 188 asesinatos de mujeres relacionados con su género en lo que va del año. Sin embargo, a la par del hashtag #JusticiaPorLudmila en las redes sociales comenzó a ser tendencia el #NadieMenos, un hecho que indignó a muchos usuarios.
Sin duda, la pandemia hechó luz sobre una problemática que toca de cerca a miles de mujeres argentinas: la violencia de género es un hecho y se cobra cientos de vidas al año en nuestro país.
Durante una de las entrevistas realizadas tras el asesinato, el padre de Ludmila aseguró que su hija “se defendió hasta el último momento” debido a que en el cuerpo de la joven de 14 años se encontraron claros signos de que había luchado contra su asesino.
Fue por este motivo que la docente y médica Sol Ferreyra, conocida en las redes sociales como Sol Despeinada, compartió la frase del angustiado hombre y publicó un sticker de preguntas para que sus seguidoras comentaran cómo habían empezado a defenderse.
“Algunas de esas cosas que hicimos/hacemos muchas desde antes de conocer el mundo. ¿No te parece curioso que sean pautas o estrategias que jamás fueron recomendadas públicamente y sin embargo la gran mayoría conoce? ¿porque crees que todas las mujeres transmitimos estas pautas entre generaciones pensando que es algo que solo hacemos nosotras?”, escribió la influencer al dar a conocer los resultados.
Las respuestas de miles de mujeres volvieron a evidenciar cómo desde niñas comienzan a adoptar ditintas estrategias para evitar que les ocurra algo en la calle, o incluso en sus hogares. Desde gas pimienta, hasta vestirse de determinada forma o mirar las cámaras de seguridad de la zona por la que caminan para que quede registro de su paso.
Las técnicas compartidas por Sol estremecen a cualquiera porque muestran la triste realidad en la vivimos: “Al final no son casos tan aislados, porque la violencia que recibimos a diario no es aislada, es colectiva. Y la salida, también lo es”.
“Así que empecemos con lo más basico: exponer lo que tenemos en común aún sin conocernos, pues en ese “común” estará nuestra condición de mujeres/feminidades. Así de sencillo, así de doloroso y así de constructivo”, concluyó la docente.
Mirá los testimonios recolectados por Sol Despeinada: