El hecho ocurrió en la ciudad argentina de Rosario, donde una mujer concurrió a un albergue transitorio con su amante y abonó con la extensión de la tarjeta de crédito que le había dado su padre.
El problema surge cuando el progenitor, al ver el resumen mensual, le hizo una broma a su hija sobre ese gasto, delante de su marido, quien por supuesto desconocía ese encuentro.
¡Todo terminó mal! El hombre le pidió el divorcio y la relación de 11 años llegó a su fin.
Esto hizo enfurecer a la mujer que decidió demandar por daños y perjuicios al hotel de alojamiento y a la empresa expendedora de la tarjeta.
La causa cayó en manos del juez en lo civil y comercial de la 14ª nominación, Marcelo Quaglia, quien decidió desestimar el reclamo de la mujer, ya que consideró que la información volcada en el resumen de la tarjeta cumplía estrictamente con la ley que regula el sistema de tarjetas de crédito.
Además, el magistrado aseguró que no se advirtió una violación de privacidad e intimidad, ya quela mujer sabía que su padre iba a ser informado sobre el pago en el resumen de la tarjeta de crédito.
El juez Quaglia consideró, de tal manera, que el motivo de la ruptura del matrimonio respondió, en principio, a la infidelidad en sí y no a la información vertida en el resumen de la tarjeta, como informa el portal web Infobae.